Tomando como punto de partida las comidas vecinales en la vía pública de la zona, se plantea un banquete en la calle, realizado sin aviso previo a los vecinos del municipio, potenciando el efecto sorpresa. Se plantea la gratuidad absoluta en contraste con la falta de solidaridad propia de nuestro sistema, donde la lógica de la contraprestación siempre se impone.

En la acción, nuestra intervención era también mantener una no-explicación y el aspecto de que era un regalo sin motivo alguno, por ello cuando  los vecinos, sorprendidos, aunque devoraban el banquete, preguntaban por el motivo del mismo,  contestábamos siempre sólo lo mismo: porque si.


Intervención realizada en el municipio de Torrent, Valencia, durante la tarde del 22 octubre del 2010. Perteneciente a la convocatoria Intracity, arte público y mediación social.